Eran unos alumnos de los cursos de 3º de ESO, los que querían realizar una excursión de fin de curso donde se lo pasaran genial y se quedaran a dormir.
A los profesores les pareció una buena idea y lo consultaron con el director del centro para que les diera permiso. Decidieron ir a Roma y estar cinco días.
El día en que emprendieron camino a Roma, todos hiban muy contentos, bromeando, riendo, cantando.
Cuando llegaron, los llevaron al lugar donde tenían que dejar las cosas y para que supieran donde hiban a dormir. Eran unas cabañas.
Más tarde, se fueron a ver lugares de la ciudad.
Por la noche tenían su rato libre para pasear o hacer lo que quisieran.
Al cabo de los días, cuatro chicas salieron juntas por la noche a tomar el aire.
Tres de ellas decidieron estar fumando y la otra, como no podía fumar a causa de su enfermedad, les dijo que no se preocuparan, que ella hiba a estar esperándolas en ese mismo lugar en el que estaba.
Al rato, una de las chicas dijo que se hiba a ir con la otra chica para acompañarla.
Cuando ella llegó al lugar donde quedaron y no la vio, fue corriendo a decircelo a sus amigas. Sus amigas dijeron que podría haberse ido a las cabañas y, entonces, pasaron del tema. La otra chica fue a las cabañas para comprobar si estaba y observó que no estaba. Ella, con miedo, fue en busca de los profesores para contarles lo ocurrido. Éstos llamaron a la policía. La niña había desaparecido.
Tras todas las investigaciones que hicieron, no aparecía, hasta que un día vieron algo extraño y se acercaron. Se encontraba muerta en un descampado con muchos daños .
El asesino quizo darse a la fuga, pero no lo consiguió porque dieron con él.
Cuando se enteraron, lo padres no se lo creían, y pasaron unos días fatales sin la apariencia de su hija.
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